• Inicio
  • Autores
    • Raúl Salazar
    • Elmer Cuba
    • Gonzalo Tamayo
    • Mónica Com
    • Claudio Herzka
    • Nicolás Polar
    • Álvaro Monge
  • Invitados
    • Humberto E. Arbulú Neira
    • Ricardo de la Cruz
    • Armando Morales
  • Enlaces de interés
  • Columnas Periodísticas
  • Macroconsult
29-08-2011

Deuda soberana: del garrote a la calificación de crédito

Tweet


Por Armando Morales, bloguero invitado  

Es probable que la capacidad de generar pasivos (en otras palabras, la capacidad de endeudarse) haya sido precedida por el uso de la palabra. La razón: Sin la comunicación hablada no hubiera sido posible hacerle entender al hombre de las cavernas que la persona que toma algo de su cueva con la intención de devolverlo al día siguiente en realidad tiene buenas intenciones. Presumo que los aventurados precursores del uso del débito habrán recibido como recompensa algún brutal garrotazo o por lo menos un gran susto.

Hoy en día, hay muchas maneras de dar al acreedor la certeza de que va a recuperar su dinero. Si a eso se le suma que en las últimas décadas la posibilidad de una nueva guerra mundial se ve muy lejana, y que para las generaciones recientes la usura como pecado mortal es un concepto por demás cuestionable, es entendible que los flujos de crédito empezaran a fluir a borbotones en la segunda mitad del siglo XX, llevando cada cierto tiempo a crisis de deuda en algún lugar del mundo. 

Como lo ilustra el caso de los países Europeos, no es siempre fácil determinar el máximo endeudamiento tolerable para un país. Para Grecia, 144 por cien

 

to del producto parece mucho, mientras que Japٔón, el país más endeudado del mundo, puede vivir con más de 200 por ciento. Para los Estados Unidos, un ratio de 97 por ciento tiene un alto componente de crédito entre entidades públicas. Y en el caso de China, la cifra oficial del 17 por ciento del producto no incluye una cantidad mucho mayor de deuda de empresas estatales a los bancos. 

A esto hay que añadir  la asombrosa torpeza política con la que se manejan estos problemas en pleno siglo XXI. Ahí donde hay un riesgo cierto de imposibilidad de pago, nadie quiere hablar de ello (Europa) y donde no hay un problema inminente de flujos financieros (Estados Unidos), los políticos abren el tema de no pago como si se tratara de una travesura infantil. Como en el mundo de hoy los garrotazos no están bien vistos, el costo de la inoperancia política es que el riesgo país de economías europeas se hace aun más exorbitante, y la deuda norteamericana sufre un descenso de categoría discutible.   

Con 23 por ciento del producto, la baja deuda pública del Perú es una de las anclas de la estabilidad económica, junto con el alto nivel de reservas internacionales. Este nivel de deuda está a la par de países tan disímiles como Tanzania y Corea del Sur. Tanzania recibe una masiva cantidad de ayuda externa que hace poco necesario el endeudarse, mientras que el gobierno coreano tiene también activos importantes, además de una infraestructura social que satisface las necesidades de su población. 

Aunque no hay riesgo inminente en el caso peruano, hay que estar preparado para el caso un incremento en el endeudamiento se haga necesario, por ejemplo por la combinación de un choque adverso en la demanda internacional por nuestros productos combinado con una aceleración del gasto para atender a múltiples demandas sociales. No hay duda de que el nivel de deuda actual es tolerable, como ha sido reiterado recientemente por Standard & Poors. Pero sería prudente evaluar cu&aacute;l es el l&iacute;mite razonable de nuestra deuda p&uacute;blica antes de que sea puesto a prueba por presiones pol&iacute;ticas. &nbsp;</p>

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Compatir:
  • Print
  • Digg
  • Facebook
  • Twitter
  • Google Bookmarks
  • email
  • PDF
Posteado en Deuda Pública, Política económica -
Etiquetas: Deuda pública, Estados Unidos, Europa, Perú, Política económica, riesgo
:
« Midiendo riesgos
» Midiendo riesgos (II)

Leave a Reply Cancel reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

 

Autores

Invitados

Columnas periodísticas

Macroconsult

Suscríbase

Ingrese su e-mail:

Etiquetas

agua Banco Central Europeo campaña electoral competencia competitividad Consejo Nacional de Competitividad crisis financiera internacional desigualdad Deuda pública economía economía global educación empresas estabilidad Estado Estados Unidos euro eurobono Europa eurozona Fondo Europeo de Estabilidad Financiera gestión gestión pública Grecia Humala infraestructura Lima Metropolitana macroeconomía Municipalidad de Lima Perú plan de gobierno pobreza política de competencia Política económica política social presidente presupuesto programas sociales riesgo rol subsidiario sector privado servicio de transporte público masivo sistema bancario transporte Unión Europea

Categorias

  • Asociaciones Públicas Privadas (2)
  • Banca (3)
  • Competitividad (2)
  • Crisis internacional (15)
  • Deuda Pública (1)
  • Deuda Pública (2)
  • Economía peruana (3)
  • Educación (1)
  • Empresarios (1)
  • Empresas (1)
  • Energía (2)
  • Gobierno (3)
  • Infraestructura (9)
  • Macroeconomía (21)
  • Mercados (1)
  • Minería (4)
  • Narcotráfico (1)
  • Opinión (13)
  • Política de competencia (3)
  • Política económica (3)
  • Política exterior (3)
  • Políticas sociales (5)
  • Recesión (1)
  • Regulación (4)
  • Riesgo (2)
  • Sector Privado (1)
  • Sistema Bancario (1)
  • Tributación (2)

Video

FACEBOOK

Archivo

  • November 2012 (2)
  • October 2012 (4)
  • September 2012 (4)
  • August 2012 (3)
  • July 2012 (2)
  • June 2012 (1)
  • May 2012 (5)
  • April 2012 (4)
  • March 2012 (2)
  • February 2012 (2)
  • January 2012 (5)
  • December 2011 (4)
  • November 2011 (5)
  • October 2011 (6)
  • September 2011 (4)
  • August 2011 (5)
  • July 2011 (5)
  • June 2011 (6)
El Óptimo de Pareto
Todos los derechos reservados
Macroconsult 2011
Contacto

EvoLve theme by Blogatize  •  Powered by WordPress Blog de Macroconsult | El Optimo de Pareto
Un blog de Macroconsult